Nuestra
biblioteca se honra con un ejemplar de las MEMORIAS
DE UN SIETEMESINO, en su segunda edición, de 1919.
“Poco duraron mis estudios. Habíase
encendido la guerra civil carlista. Faltaban oficiales y se dispuso que
ascendiéramos a alféreces los que tan solo llevábamos siete meses en la
Academia. Por eso nos llamaron la promoción de los sietemesinos. He
aquí por qué me adjetivo sietemesino en el título de este
libro.”
Del capítulo X. CADETE Y ALFÉREZ, de
esta novela.
Su
autor, PABLO
PARELLADA (‘MELITÓN GONZÁLEZ’), que entonces ya era un
coronel en la situación de retirado, la calificó de ‘Novela episódica y
humorística’.
En este blog te ofrecemos esta novela, lector, transcrita en su
totalidad para su cómoda lectura ‘online’, y con anotaciones aclaratorias al
pie de página. Para tu provecho y deleite.
La
Biblioteca Nacional de España la ha digitalizado,
y está disponible en formato pdf: https://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000209327&page=1
Es
la única novela ‘larga’ de don Pablo Parellada Molas (1855-1944), quién fue un
oficial de Ingenieros, y toda una celebridad popular con prestigio en España y
otras naciones por su labor intelectual como humorista, dibujante, cronista,
autor de obras de teatro… lean la reseña de don Javier Barreiro: https://javierbarreiro.wordpress.com/2013/09/03/pablo-parellada-meliton-gonzalez/
Su
seudónimo, ‘MELITÓN GONZÁLEZ’, era una marca y un estilo.
La
lectura de esta novela, MEMORIAS DE UN SIETEMESINO, sigue siendo actual, y en
el siglo XXI se lee con interés y agrado. Es costumbrista, enraizada en la
Milicia, sagaz observadora de la sociedad de su tiempo, y con intención de
regenerar actitudes y costumbres.
El
protagonista es CLAUDIO BÉJAR.
Son
obvios los matices autobiográficos del autor. Es un fresco amable de historias
de las clases medias desde poco antes del exilio de Isabel II, hasta la
Restauración. Y es un escaparate irónico e inteligente de cómo un militar
sensato veía el Ejército, peninsular, insular y en ultramar.
La
primera parte de la novela trata de su nacimiento, juventud cuando la
Revolución ‘Gloriosa’ que dio paso a la República, el ingreso en la Academia de
Infantería de Toledo, primeros destinos como joven oficial sin prejuicios en la
Península, las situaciones incómodas, y divertidas, que vivió en los
regimientos de dos guarniciones distantes (las imaginarias Sobreda y Pandolfa),
su destino voluntario a la isla de Cuba para alejarse de la incompetencia, las
operaciones en campaña en Camagüey, la repatriación desde ultramar a Santander
gravemente enfermo… y el peligro constante de las chicas jóvenes que lo
encalabrinaban.
La
segunda parte de la novela trata de su vida en varias guarniciones militares,
insulares (Gran Canaria) y peninsulares (Pamplona, Sevilla, Madrid y Málaga),
las situaciones ilógicas y las cómicas de un cuartel, sus jóvenes amoríos, y su
baja voluntaria en el Ejército desengañado de algunos absurdos y falta de
eficacia.
En
la presentación de la novela al apreciado lector, don Pablo Parellada pone en
la pluma de su personaje protagonista Claudio Béjar:
Ten muy presente que esta
novela es histórica en lo que se refiere a mis amores, pero es humorística y
fantástica en lo tocante a los asuntos militares, engarzados en ella; todo son
anécdotas que me fueron contadas en broma y jamás ocurrieron, con las del Pi
con erre, blocaus blindado con pintura, la del General Longarilles, las
deficiencias en los suministros, etc., etc. Todo lo que puse por entender que
puede incitar a la risa precisamente por lo absurdo de que tales hechos hayan
ocurrido.
El
redactor de estas anotaciones a pie de página opina, razonadamente, que don
Pablo Parellada no fechó correctamente el cierre de estas Memorias de don
Claudio Béjar en noviembre de 1879. Con la
trazabilidad de las fechas y hechos históricos que el autor describe,
posiblemente lo correcto es que la novela se cierre tres años más tarde, en
1882, por coherencia.
Me
explico: La Mudanza del pueblo a la capital del joven Claudio y su Padre es en
1867; a poco, varios capítulos de la Revolución de 1868. Ya huérfano, en Toledo
con su tío Exuperio Béjar, los hechos históricos y el pase a Retiro del Coronel
Tirabeque señalan que 1873 es el año de egreso de Claudio de la Academia de
Infantería y su primer destino al Regimiento de Sobreda; al Regimiento de
Pandolfa debió llegar en el primer semestre de 1874. El destino a ultramar,
Cuba, del alférez Béjar se puede situar en 1875. El regreso a España del
teniente Béjar, muy enfermo, fue tras la Paz de Zanjón, en el segundo trimestre
de 1878. A final de ese año se incorporó al Regimiento de Pamplona, tras la
estancia en el hospital militar de Santander
y la convalecencia de dos meses en Toledo. Fue un destino breve, y al
poco lo destinan a Canarias; pasó por Málaga para embarcar durante el Carnaval
de… 1879… y durante ese año tenían que
comer en los cuarteles de Gran Canaria los víveres en mal estado acumulados por
orden del Mando a causa de la Guerra Ruso-Turca (1877 – 1878). El tener que
estar un año en el destino insular, el Capitán Béjar llegó al Regimiento de
Sevilla a principio de 1881. En el traslado a la guarnición de Madrid fue el
encuentro con la viuda Aurora, quién cita que han pasado dos años desde que se
vieron en el Carnaval de Málaga (que debió suceder, por coherencia, en 1879).
En el invierno 1881/1882 el Capitán Béjar viaja a Más de Cuatro en busca del
maletín que le robaron en el tren, y enferma. En la primavera (de 1882)
matrimonia con Aurora, y a poco pide el pase a la situación de retiro, causando
baja en el Ejército. Escribe sus Memorias de un Sietemesino, y las cierra en
¡noviembre de 1882!, aunque en el libro se cite noviembre de 1879.
"-Pues así hay que
tratarlos a ustedes si han de conseguir las mejoras deseadas. Usted creía, sin
duda, que con decir: “Tenemos República”, todo iba a transformarse como por
magia. No, señor. Las naciones no mejoran variando su forma de Gobierno, sino
cambiando el modo de ser de los ciudadanos.
Apréndala y téngala
presente quien la ignore en España."
Por MELITÓN
GONZÁLEZ en su relato TRES ENGAÑADOS; publicado en Madrid,
revista BLANCO
Y NEGRO, 28-12-1919, páginas 19 a 21